¿Nos encerramos para no tener gripe?

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¿Y si sacrificamos a unos viejos?… Igual y llueve

En semanas, y de forma paulatina, todos fuimos parando. Nos quedamos dentro. Millones hemos dejado de hacer y nos dedicamos a contemplar el aluvión de mensajes, videos y oraciones en las redes sociales. Todos estamos inmersos en una profunda reflexión, impulsada principalmente por nuestro aburrimiento. Cientos de miles de mensajes donde explicamos “por qué aplanar una curva”. La inmensa mayoría de estos mensajes son políticamente correctos, incluso con un gran toque de humanidad. Sin embargo, existen otras voces, que hasta ahora han sido apagadas… por ejemplo la del Gobernador de Texas, Dan Patrick, quien en entrevista insto a regresar a trabajar…

“No one reached out to me, and said, as a senior citizen, are you willing to take a chance on your survival in exchange for keeping the America that all America loves for your children and grandchildren? And if that is the exchange, I am all in”. También dijo: “Let’s get back to work. Let’s get back to living. Let’s be smart about it,” Patrick continuo, “And those of us who are 70 plus, we’ll take care of ourselves. But don’t sacrifice the country.”

O incluso la primera estrategia del Reino Unido, tratando de “dejar pasar” a la epidemia logrando así una inmunidad colectiva (herd immunity), que le permitiera no afectar la economía hoy y preparar a la sociedad para un posible rebrote en octubre. Esta estrategia implicaba el sacrificio de miles de adultos mayores que, sin duda, perecerían ante un contagio generalizado. Sin embargo, las posibles escenas catastróficas en los hospitales ingleses eran demasiado, incluso para una de las sociedades más pragmáticas (incluido Boris Johnson). Pero se pensó y por algunas semanas se “implementó”.

Casi un millón de infectados

Hoy hay casi un millón infectados y 47 mil muertos, con una tasa de mortalidad, calculada por la OMS, de 3.4%. Sin embargo, la tasa de mortalidad para aquellos con menos de 50 años es del 0.5%, mientras que para mayores de 80 es el 15%. Para los jóvenes, es igual de peligroso escalar en el Himalaya (0.6% de muertes) que el covid-19, según National Center for Health Statistics.

Entonces, qué nos hace sacrificar nuestro avance en el mundo por unos cuantos miles de muertos. Tal vez nunca en la historia se ha propuesto sacrificar tanto, creemos que es políticamente correcto y nos vamos a dormir. ¿Qué es lo que nos hace pensar que este esfuerzo nos salvará? Es muy probable que nos sumemos en una de las mayores crisis económicas y en unos años los viejos (que aún vivan) nos reclamen el no haberles dado elección, por no haberles preguntado. Muchos verán a sus hijos y a sus nietos sufrir una de las mayores crisis y el dolor de ver a los suyos mal les será peor.

Después vendrá la vergüenza. Nos los cruzaremos por la calle y en la mirada los enjuiciaremos. El compromiso para ellos es muy grande. Para algunos la deuda moral será impagable. Ya sin las fuerzas, al final de sus días y sin el orgullo de haber enfrentado ellos la batalla. 

Si sólo paramos y asumimos el daño económico de hacerlo para demostrar nuestra intolerancia a las imágenes de viejos moribundos, entonces lo habremos hecho en vano. Debemos reflexionar porque hemos parado, porque hemos auto infligido la mayor pérdida económica en tiempos de paz. Habrá países que destruyan entre el 5 y el 10% de su producto por ello. Considero que si no tenemos claro porque lo hacemos, tampoco encontraremos la salida a la crisis.

Jared Diamond en “El Mundo Hasta Ayer” analiza las sociedades tradicionales y su utilidad hoy. Dedica un apartado a analizar nuestra relación con los ancianos, desde aquellas sociedades en donde su aniquilación era fundamental, hasta otras donde eran “sobrevalorados” y estos abusaban claramente de su situación. En nuestra sociedad claramente existe un “culto a la juventud”, donde la independencia, el individualismo y la autosuficiencia son virtudes. Pero ahora nos enfrentamos con el cuidado de los ancianos.

Entonces, al final de la pandemia habremos salvado a nuestros viejos, pero ¿porqué hacerlo?

El valor de los ancianos

Jared Diamond habla del valor de los recuerdos de los ancianos. Los viejos nos contienen. Creo que los mayores son parte fundamental de la sociedad ya que a lo largo de su ciclo vital adquieren experiencias, muchas de ellas no se pueden almacenar o transmitir con palabras. Estas experiencias nos ayudan a contener nuestra energía, muchas veces destructiva.

El cuidar a nuestros mayores puede ser el destello de una sociedad que aún tiene futuro. Esa misma compasión debería ser la base para lograr un nuevo acuerdo social, donde busquemos un equilibrio para un bienestar más amplio. Es claro que la concentración del ingreso en la sociedad es insostenible. En Estados Unidos el 1% de los más ricos paso del 10% de riqueza nacional al 20%, en tan sólo 30 años, según el Informe sobre la Desigualdad Global 2018.

Millones de ciudadanos tendrán que ser apoyados por los gobiernos y alguien deberá pagar por ello. Será necesario un nuevo equilibrio fiscal para financiar los gastos de la post-pandemia.

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No veo bajo este escenario una sociedad que mantenga sólo el culto a la juventud (en tik tok). Deberá ser una sociedad que aprecie aspectos más perennes como el medio ambiente y ,sobre todo, la ciencia. Recuerdo el reclamo de una científica sobre su salario de 1,800 euros, pidiendo que la cura del covid-19 se la exijan a Messi, que gana 40 millones. Los viejos nos pueden ayudar a apreciar estos temas que hemos olvidado.

Estamos salvando a nuestros mayores para salvarnos a nosotros. Estamos salvándonos todos si al final del encierro salimos a la calle convencidos de este nuevo acuerdo. De que muy probablemente deberemos pagar más impuestos y que deberemos de vivir y consumir distinto. Usemos la intolerancia a ver morir a nuestros ancianos, volvámonos intolerantes…Seamos intolerantes con la destrucción de la naturaleza. Tengamos Intolerancia a la pobreza.

Bandadas de murciélagos revoloteaban por las tardes y las muchachas temían salir, ya que la persona a quien se le enredara un murciélago en el cabello no llegaría viva al final del año.

La destrucción de Kreshev. I. B. Singer.

2 COMENTARIOS

  1. Tengamos la mayor de las intolerancias a la abulia e indiferencia que ha generado ese 1% que detenta tan obscena riqueza; para qué?

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